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Crisis y resiliencia

En el ideograma Chino la palabra crisis encierra dos conceptos: 危 (wei): peligro y 机 (ji): oportunidad
En tal sentido las crisis no implicarían algo terrible en sí, más bien tienen que ver con una visión optimista, con una invitación a develar el resultado a posteriori.

Freud al referirse a lo traumático abrió dos cuestiones interesantes:

La primera: Lo traumático incluye por lo menos dos escenas vividas en dos tiempos distintos.

Una escena traumática actual que a su vez, resignifica algo traumático del pasado.

Por ejemplo una desilusión afectiva es traumática, en la medida que esa desilusión evoque, supongamos, el precario lugar afectivo que se ocupaba para los padres, lo que Freud llama “la otra escena”. La clínica de la neurosis es, sobre todo, una clínica de la pregunta porque hay que ver qué resignifica lo traumático para cada uno. A quién le habla el sujeto y quién habla en él.
En el caso de la desilusión afectiva ¿A quién le habla el sujeto? ¿Quién es realmente la persona que desilusiona? ¿Qué lugar se ocupaba para ella? O, por ejemplo: Una persona se altera y reacciona con una violencia desmedida ante incidentes realmente insignificantes ¿Quién habla en él? ¿Qué Otro habita en él?
Resulta que la persona reacciona de la misma manera violenta como lo hacía su padre cuando era pequeña. Es una reacción por identificación de una figura significativa. En este caso, del padre que la educó.

La segunda:

Una situación pasa a ser traumática cuando no se puede elaborar el estímulo que proviene del exterior y/o no se puede reaccionar ante la situación traumática.

Hay diversos modos de responder a lo traumático. Una posibilidad es que lo traumático nos paralice, tener sueños a repetición, somatizaciones, ataques de pánico, pero también lo traumático puede ser causa de una posición subjetiva resiliente.

¿Qué es la resiliencia?

La etimología, que investiga el lenguaje en sus inicios y en su evolución, nos orienta sobre este término que viene del latín, resilio: Saltar hacia atrás, rebotar, volver de un salto.

Es una palabra acuñada por la física para nombrar materiales con capacidad de recobrar su forma original luego de haber sido doblados, estirados o comprimidos. También es un término utilizado en otros ámbitos: Resiliencia jurídica, resiliencia ecológica, que indican la capacidad de recuperar el estado anterior.

¿Qué es posición subjetiva resiliente para el psicoanálisis?

Si bien Freud no habla de resiliencia, hace referencia a la misma en “Perdida de realidad en Neurosis y Psicosis”, uno de los pocos artículos donde menciona qué es una conducta sana. Va a decir que si bien los neuróticos no niegan la realidad la sustituyen por la fantasía. En la psicosis se niega la realidad, sustituyéndola por el delirio. Una conducta sana tendría algo de neurosis y algo de psicosis, en cuanto que no niega la realidad, como la neurosis, pero sí se esfuerza por transformarla como en la psicosis. No con un delirio (una conducta hacia su interior) sino con una labor sobre el mundo exterior.

Una labor sobre el mundo exterior es una conducta resiliente: No solamente se sobrepone a las adversidades, sino que además, produce algo creativo con esta situación.
Tenemos numerosos ejemplos de posición subjetiva resiliente:
Julio Cortazar, que se curó de sus fobias escribiendo.

Viktor Frankl, que luego de sobrevivir a los campos de concentración nazis crea una teoría sobre el sentido de la vida, la “Logoterapia”, señalando que las personas optimistas y las que tienen un objetivo por cumplir son las que más resisten a las adversidades. En este sentido existen estadísticas que evidencian que las personas optimistas y con buenas relaciones interpersonales tienen una sobrevida mayor que personas depresivas o negativas.

A uno de los mejores basquetbolistas de la NBA, Magic Johnson se le detecta HIV. Con la contención de un entorno afectivo y su actitud positiva crea una fundación, ayudando a gente portadora del virus. Luego de unos años se le realizan nuevos estudios que no detectan la presencia del virus.

Una persona es resiliente para el psicoanálisis cuando, en vez de quedar a merced de una situación traumática, crea con sus recursos algo diferente. No vuelve al estado anterior, como ocurre en otros ámbitos, incluso en el de la medicina (el objetivo de la medicina es volver al estado anterior, recobrar el estado anterior de salud). Para el psicoanálisis la resiliencia implica producir un cambio de posición: Pasar de ser objeto a merced de las circunstancias adversas a ser un sujeto responsable, que toma decisiones y que es protagonista de la realidad que quiere cambiar.

En la primera posición la persona está sobredeterminada y alienada. En la segunda posición existe un margen de libertad y de transformación posible.

Sobre la autora
Cecilia Malesani
malesanicecilia@gmail.com

Referencia bibliográfica
Sigmund Freud: Estudios sobre la histeria, Perdida de realidad en Neurosis y Psicosis.
Jacques Lacan: Seminarios 1 y 11.
Eduardo García Dupont: Fundamentos de la enseñanza de Jacques Lacan.

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