Muchas veces uno se encuentra atrapado en una relación en donde el otro es capaz de lastimar, dañar y siempre intenta someter, utilizando la manipulación, la mentira, el amedrentamiento o la violencia psicológica o física.
Lo más extraño para uno, es que nunca se arrepiente, son insensibles e implacables, desconocen la culpa, siempre es el otro el responsable, ellos nunca.
Así sin darse cuenta uno va entregando su libertad hasta que el único pensamiento es “hacer solo y únicamente lo que él quiere y que no se enoje”.
“Pero siempre falta algo, siempre no hice lo suficiente, siempre él tiene una razón para humillarme, basurearme abusarme y golpearme y yo vuelvo a perdonarlo”
Esta es la descripción de la vida de una víctima de un psicópata adaptado
Estos individuos son incapaces de sentir empatía, nunca se arrepienten o sienten culpa, manipulan, mienten continuamente, maltratan y dominan la vida de la víctima hasta dejarla lo más cercano a la psicosis.
Tiene sueños fantásticos, parasitan a los demás, y creen que tienen un derecho adquirido sobre el resto de los humanos, pero también como no ven al otro como persona, no comprenden que sufre, son incapaces de decodificar las señales de sufrimiento en los demás, en el mundo de estos personajes no hay otros, sólo cosas para utilizar o descartar.
La violencia verbal y psicológica siempre está, la destrucción sistemática de la autoestima de su víctima es el método de dominio, pero siempre puede pasar a la violencia sin mediar el más mínimo cambio en la relación.
Se debe entender que no se puede dialogar o discutir, sólo se debe huir, y buscar ayuda.
Un psicópata en el seno de una familia provoca tal daño que sus integrantes nunca podrán recuperar las relaciones normales a pesar de que el psicópata desaparezca.
Un psicópata madre o padre es un pasaporte seguro a la enfermedad mental en los hijos, como mínimo.
Ahora¿qué podemos hacer?
Lo primero es saber que existen y reconocerlos, luego con ayuda especializada salir de sus trampas y ayudar al resto de los implicados.
Siempre recordar que no es un buen hombre que está pasando por un mal momento, sino es un depredador, una máquina de abusar, maltratar y destruir que está de caza y uno es la presa.
Estos individuos por su falta de empatía desde niños se vuelven estudiosos de las expresiones de lo demás en busca de entender que es eso que le pasa al otro que ellos nunca entienden, y eso es nada menos que el dolor, el sufrimiento, la tristeza, o la alegría.
Pero esta búsqueda de entender los convierte en expertos analizadores de las expresiones y es así como detectan cuando al otro es vulnerable, por una enfermedad, una situación de estrés, un duelo, o cualquier cosa que lleve al cansancio y agotamiento físico y emocional.
Las víctimas no son personas especiales, cualquiera de nosotros puede serlo, toda aquella situaciónque lleva al agotamiento emocional y psíquico no hace vulnerables a las mentiras y manipulaciones de estos magos macabros.
Por eso el mejor tratamiento es el cuidado de uno mismo, y escuchar a nuestros allegados, porque ellos siempre ven lo que nosotros nunca veremos hasta cuando es demasiado tarde.
Los que trabajamos en salud mental hemos presenciado el aumento abrumador de víctimas de estos depredadores en nuestros consultorios que llegan como cualquier cuadro psiquiátrico, y durante el tratamiento surge la presencia del psicópata.
De esta manera, estos depredadores humanos conviven con nosotros y están camuflados como lobos entre ovejas, debemos estar atentos, y solicitar ayuda, ese es el primer paso en el camino de la curación de esta enfermedad que es una relación psicopática.
Las mejores armas para sobrellevar esta terrible situación son el respeto, la solidaridad, la alta autoestima, y el buen conocimiento de uno mismo, pero a veces a pesar de esto, uno puede estar vulnerable y caer en las manos de estos magos macabros, “si Ud.cree que es su caso busque ya ayuda, se puede, se acaba el sufrimiento y si, se sale”.
Sobre el autor
Dr. Fabián A. Molina
Médico psiquiatra
Programa de victimas de relaciones psicopaticas y violencia
Hospital Braulio A. Moyano, C.A.B.A.
fabianmolinapsi@hotmail.com
