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El perdón

La persona que puede perdonar, provoca un estado de liberación, que la lleva a estar mejor con sí misma.

Perdonar es el camino a la liberación, el que auténticamente se libera es el que perdona. Echando de su alma el rencor y la venganza, pasiones que consumen.

Al perdonar no podemos cambiar el pasado, pero cambiamos el presente y el futuro en forma automática.

En el libro el Sermón de la Montaña dice que cuando guardamos resentimientos hacia alguien, estamos unidos con esa persona por una cadena más fuerte que el acero.

Si de verdad queremos separarnos de ese alguien lo mejor es soltar cualquier sentimiento negativo hacia la persona e intentar verla como un ser más en el cosmos de Dios.

Perdonar es un instrumento que nos libera de nuestras viejas heridas y resentimientos, eliminando por completo el complejo de víctima.
El hecho que hallamos perdonado, no quiere decir que estamos aceptando la mala acción hacia nosotros y menos aún que estamos dispuestos a que nos vuelva a lastimar.

Muy importante también es perdonarnos a nosotros mismos. Solemos ser muy críticos y severos con nosotros, debemos aprender a soltar el remordimiento y a perdonarnos.

¿Como sabemos que ya hemos perdonado de verdad?

Si podemos recordar el suceso y no sentimos el más mínimo dolor, malestar o cualquier sentimiento negativo, quiere decir que ya nos hemos liberado de esas ataduras. El no recordar el suceso o el agravio es porque lo hemos ocultado en lo más profundo de nuestro ser para no sentir dolor.

Sin embargo cuando algún evento nos lo hace recordar, surge a la superficie causándonos más y más dolor. Tenemos que resolver el conflicto.
Al conservar ese odio, rencor, resentimiento o remordimiento, estamos perpetuando nuestro malestar y nos vamos consumiendo, dejando de disfrutar el momento. Cada vez que recordamos cualquier episodio que nos causa dolor, dejamos de vivir el aquí y el ahora. Dejamos de avanzar en nuestro desarrollo personal, en nuestro crecimiento espiritual. Recordemos siempre, que cada día que perdemos, no se recupera y cada día que vivimos sin perdonar, es un día menos que perdimos de disfrutar de la vida libremente.

Sobre la autora
Terapeuta María Rosa Lupinacci
Co-creadora Elixires “ESPIRITU” y “Tesoros del Mar Argentino”
www.elixiresespiritu.com.ar

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