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¿Por qué tener sexo hace bien?

Se ha comprobado que la práctica sexual reduce el riesgo de enfermedades coronarias y cáncer, alivia el dolor y el estrés, y hasta ayuda a mantener un aspecto juvenil durante mas años.

Rebatiendo algunos principios morales que atribuían al sexo todo tipo de dolencias del cuerpo y del alma, hoy la ciencia ha descubierto que, a mayor frecuencia y satisfacción sexual, menor es el riesgo de enfermedades físicas y mentales, tanto para el hombre como para la mujer.

Estos son sus principales beneficios:

Disminuye el riego de ataques cardíacos. Quienes tienen actividad sexual tres o más veces por semana reducen el riesgo de morir por enfermedad coronaria.

Control de peso. La actividad sexual quema aproximadamente 200 calorías por sesión.

Menos depresión. Las estadísticas señalan que quienes están casados o con pareja estable viven proporcionalmente más años y tienen menor riesgo de depresión que los que viven solos.

Protección contra el cáncer. Eyacular más de cinco veces por semana evitaría, según los expertos, la acumulación de carcinógenos en el glande, y (en consecuencia) el cáncer de próstata. En las mujeres, el número de orgasmos está inversamente relacionado con el riesgo de cáncer de mama.
Prevención de la fobia social. El aumento de los niveles de hormona oxitocina durante el orgasmo propicia la relajación y estados mentales de mayor claridad y desinhibición.

Alivio para el dolor. Durante la estimulación sexual, ciertas señales enviadas desde el centro cerebral del dolor dan orden al organismo para que libere endorfinas y corticosteroides, que desconectan las terminaciones nerviosas responsables del dolor durante varios minutos.

Potencia las defensas. Tener relaciones sexuales incrementa el nivel de inmunoglobulina, (anticuerpo que ayuda a combatir las infecciones)
Terapia de rejuvenecimiento. La actividad sexual frecuente redunda en un aspecto mas joven. Por otro lado, durante el orgasmo bombeamos oxígeno a todos los tejidos, lo cual mejora la circulación y el flujo de nutrientes a la piel.

Si una vida sexual satisfactoria estimula las sensaciones de bienestar y la autoestima (tal como se deduce de lo expuesto) sobran las razones, entonces, para entender que el sexo no sólo forma parte de la relación de pareja. También constituye un recurso de “buena salud”.

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Equipo de redacción Todo Salud

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