En Argentina, una de cada 3 mujeres muere cada 11 minutos de enfermedades cardiovasculares, convirtiéndose en su principal causa de muerte según datos del Ministerio de Salud de la Nación.
La mayoría desconoce esta realidad creyendo que afecta más a los hombres, y está tan arraigada que en 2010 murieron 49.479 mujeres contra los 47.542 hombres. Este panorama lejos está de mejorar, debido a que viene en aumento la prevalencia de sedentarismo, obesidad y tabaquismo en las mujeres. Por eso, estimulamos la prevención cardiovascular
Algunos consejos concretos y prácticos de prevención:
Conocé tu presión arterial: Tener hipertensión (presión es igual o mayor a 140 y/o 90 mm Hg.) aumenta un 70% el riesgo de infarto de miocardio y duplica la posibilidad de presentar un accidente cerebrovascular. Es muy importante conocer tu presión arterial, dado que es controlable con dieta y/o medicación.
Conocé tu colesterol: El colesterol puede depositarse en las paredes de las arterias provocando alteraciones en el correcto flujo de sangre hacia el corazón y el cerebro, entre otros órganos. El colesterol total debería ser menor a 200 mg/ dl.
Conocé tu nivel de azúcar en sangre (glucemia): Los niveles elevados de glucemia aumentan el riesgo de complicaciones cardiológicas, renales, cerebrovasculares, entre otras. Si tenés trastornos en el metabolismo de los hidratos de carbono o diabetes, el control de los otros factores de riesgo cardiovasculares debe ser aún más estricto.
Conocé las enfermedades de tus padres: Si tus padres tienen o tuvieron enfermedad coronaria o cerebrovascular, especialmente en edades tempranas, es muy importante que realices precozmente una evaluación de tu riesgo cardiovascular.
No fumes: La adicción al tabaco es la principal causa prevenible de infarto en la mujer. En nuestro país casi un tercio de las mujeres fuma y se estima que el 70% de los niños están expuestos al humo del tabaco en sus propias casas. Dejar de fumar es posible y existen tratamientos muy eficaces para abandonar este hábito.
Comé en forma saludable: Es fundamental que mantengas una alimentación variada, incluyendo frutas y verduras diariamente. Controla el consumo de sal, grasas y alcohol.
Mantené un peso adecuado: El sobrepeso y la obesidad se asocian con un aumento en el riesgo de presentar hipertensión arterial, diabetes, enfermedad coronaria, insuficiencia cardíaca y accidente cerebrovascular. Tu perímetro abdominal (medido a la altura de la cintura), debe ser menor a 88 cm.
Camina diariamente: Realizar una actividad física de al menos 30 minutos diarios reduce la presión arterial, ayuda a controlar el peso, disminuye el colesterol total y los triglicéridos, aumenta el HDL o colesterol bueno, mejora la calidad de vida y disminuye el riesgo de desarrollar diabetes.
No te automediques ni abandones el tratamiento: No abandones el tratamiento ni tomes medicamentos sugeridos por “amigos o vecinos”. Cada paciente tiene sus particularidades que pueden generar reacciones negativas o exageradas frente a una medicación.
Hablá con tu médico: La determinación del riesgo cardiovascular es algo simple y cualquier médico puede hacerlo. Hablá con tu cardiólogo, con tu clínico o con tu ginecólogo.
Si querés saber cómo está tu corazón, consultá con el médico. La evaluación del riesgo cardiovascular es algo simple.
Para más información
Fundación Cardiológica Argentina
www.fundacioncardiologica.org