En el estado de enfermedad, las células han sufrido una alteración de su voltaje, y presentan un desequilibrio en el potencial de su membrana. La aplicación de la corriente generada por el campo magnético de los imanes optimiza la oxigenación de los tejidos celulares. Su acción sobre la actividad eléctrica de la célula, es conocida como polarización celular.
Se ha comprobado que el diencéfalo (cerebro medio) es afectado directamente por el campo magnético de la Tierra, estudiando ciertas partículas minerales que fueron halladas en sus tejidos. Esto explica el motivo por el cual, el sistema endocrino sería el receptor de mayor influencia, a través del eje hipotálamo- hipófisis. Se estima que el magnetismo afecta los códigos genéticos, en cuyo caso es posible que algunas enfermedades crónicas, atendidas a tiempo, puedan estabilizarse.
Las células vivas, en particular el tejido nervioso y el muscular, dependen de las señales eléctricas que se producen por el movimiento del cuerpo y los cambios en el flujo de las moléculas (iones cargados). Por tal razón, afirmamos que el cuerpo de los seres vivos genera un campo electromagnético pulsante natural. Esto fue confirmado científicamente por muchos investigadores, entre ellos mencionamos al Dr. Juan Zimmerman (Universidad de Colorado), hace 20 años. Mucho tiempo antes, los trabajos de Nicola Tesla y otros habían establecido que las ondas electromagnéticas pueden tener efectos, tanto favorables como desfavorables en la salud. Con instrumentos científicos mejor diseñados, los investigadores modernos han logrado trazar con exactitud, el campo magnético del cuerpo. Actualmente, se conoce que las bobinas del ADN en los cromosomas de cada célula son los centros de la recepción, del proceso y la transmisión de señales electromagnéticas. La terapia con imanes de campo estático a los que se ha denominado “discos magnéticos” (imanes estáticos de formato redondo) se utiliza en pares o en conjuntos de cuatro o más unidades para eliminar el dolor. Las señales magnéticas de gran alcance de los imanes de Ferrita de Bario o Estroncio, interfieren con las señales del dolor que provienen de las áreas comprometidas, evitando así que sean transmitidas a los centros del dolor en el cerebro. La terapia del campo magnético – tanto estático como pulsante – interfiere con la transmisión del dolor y puede producir en los pacientes con jaqueca, cesación completa del dolor de cabeza. El campo generado por imanes estáticos puede detener a tiempo, la etapa del pródromo o de la aureola en la jaqueca, evitando la náusea, el zumbido y la confusión. La terapia biomagnética actúa sobre los pulsos eléctricos en los nervios, sin provocar molestias y beneficiando a la circulación de los fluidos corporales en su totalidad.
Sobre la autora
Graciela Pérez Martínez
Fundadora del Sistema AzulCamet ®
de Biomagnetismo Integral
www.terapiabiomagnetica.com.ar
