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El cosmos en el biomagnetismo integral

La enfermedad comienza por un desorden, la pérdida del delicado equilibrio biológico. El desorden en el sistema bio-eléctrico del cuerpo afecta las funciones biológicas en su totalidad.
Las vísceras y órganos tienen contacto entre sí, sus funciones son compartidas. El daño en una región afectará a otras por la inter-dependencia entre los sistemas orgánicos. Si una función falla, el resto del organismo pierde su orden natural. El ejemplo más simple es el de las articulaciones; se relacionan entre sí por un sistema de palancas. Por ejemplo, el dolor de rodilla es una alerta para el cuidado de la región lumbar y para tomar precauciones con la articulación del tobillo; todo se conecta, nada queda aislado del resto.
Cuando se produce una interferencia en el sistema bio-eléctrico orgánico (traumatismo, radiaciones, etc) la información se modifica y luego, comienza el desorden. En presencia de una información alterada, se inicia un estado de despolarización de las membranas. Se altera el proceso de ósmosis y se verifica un cambio en el eje de rotación del spin nuclear. La célula se despolariza, por la influencia de un medio físico externo y su eje sufre una rotación que responde a las leyes de la Física. Por tal motivo, se destaca la eficacia de aplicar tratamientos que acudan a los medios físicos externos, sin necesidad de invadir al organismo con sustancias artificialmente creadas, que bloquean a las respuestas naturales. La corriente generada por los polos de imanes tiene un efecto polarizante, libre de contraindicación y sin riesgos de iatrogenia medicamentosa.
Las precauciones que deben tomarse quedan a cargo de los profesionales idóneos en esta materia, que sabrán tomar recaudos con referencia a las zonas de aplicación y a la potencia de los imanes que serán elegidos en cada caso particular. La polarización del campo electromagnético de los tejidos celulares conduce al orden del sistema en su totalidad. Cuando aplicamos el biomagnetismo se beneficia la zona afectada en particular al mismo tiempo que se recibe un tratamiento integral que re-organiza la información original de los tejidos asociados. En este proceso terapéutico, se obtiene un beneficio agregado puesto que el paciente mejora su ánimo y recupera su alegría de vivir. El Sistema AzulCamet considera al paciente como una unidad y lo coloca en el centro de su objetivo terapéutico, es decir, es una terapia antropocéntrica. Se aplican imanes para corregir en forma pausada pero consistente, el potencial de membrana y luego se alcanza la reorganización total del Ser.
Es una terapia cósmica pues busca el orden biológico, reseteando la información para volver al programa original, en una sana relación con el Universo.
Sobre la autora
Graciela Pérez Martínez,
Investigadora en Biomagnetismo y Magnetoterapia
www.terapiabiomagnetica.com.ar

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