Los padres consultan por problemas en los niños tanto en lo que hace a los vínculos familiares, los vínculos con sus pares, su comportamiento en la escuela, su rendimiento escolar, etc.
Los bebés y los niños al igual que los adultos se desarmonizan emocionalmente. La terapia floral es una herramienta perfecta que actúa en el plano emocional de manera inocua y segura.
Desde Bach el abordaje terapéutico se realiza a partir de la observación de las emociones negativas, las que nos informa de un desorden y que de no tenerse en cuenta, con el tiempo, enfermaran el cuerpo.
En los niños podemos detectar emociones tales como los celos por la llegada de un hermanito, la falta de tolerancia a la espera o a otras opiniones, el sentimiento de inferioridad o de sentirse no digno debido a cargadas de los compañeros, sentirse menospreciado o dejado de lado por alguno de sus padres o maestros, gran exigencia frente a sus obligaciones, paralizarse o sentir miedo ante un examen, hiperactividad en la escuela, conductas agresivas, pesadillas nocturnas, debilidad energética, dificultad para separarse de sus padres, manipulación para obtener lo que quiere, llamar continuamente la atención, etc.
También debemos tener en cuenta las situaciones de estrés que vive el bebé al adaptarse a la nueva vida y los diferentes cambios que experimenta a lo largo de su desarrollo. Algunas de esas situaciones son; traumas de nacimiento, adaptación al nuevo hogar, integración al núcleo familiar, adaptación a la comida, adaptación a los ritmos de la casa, adaptación cuando mamá debe salir a trabajar, dentición, cuando empiezan a caminar o a hablar, la etapa en que se ponen caprichosos y empiezan a decir que no a todo, cuando ingresan al jardín de infantes, al pre-escolar o al primer grado de la escuela primaria. Cada una de estas etapas resulta de difícil asimilación y conlleva miedos y ansiedades.
Existen flores para la adaptación al cambio en los momentos de transición, para los miedos y pesadillas, para los niños caprichosos, para los que siempre quieren dominar y no quieren obedecer, para los niños celosos, tímidos, solitarios, para los que no quieren estar solos, los niños posesivos, egoístas, criticones, impacientes, los que se sienten cansados, los que no quieren levantarse, para los que tienen dificultad para el aprendizaje.
Es posible también que conductas que a los padres le producen satisfacción tales como la prolijidad, el tener en cuenta las necesidades del otro, hacer todo bien, preocuparse excesivamente por el bienestar de su familia, pueden resultar un obstáculo en el niño. Por ejemplo: un niño que se preocupa excesivamente por la pulcritud o por el orden, es un niño que no hace lo que tiene que hacer un niño, que es estar ocupado en jugar y disfrutar. Es bueno que el niño sea ordenado pero no que ordenar sea su principal actividad. Es bueno que un niño sea pulcro, pero no que esto sea un obstáculo para jugar libremente. Es bueno que un niño sea aplicado, pero no que se sienta angustiado o le duela la panza cuando no puede hacer todo perfecto.
Las esencias florales del Dr. Bach trabajan sobre el campo anímico-emocional ayudando a transformar errores en virtudes: el odio, el egoísmo y los celos en amor, la incertidumbre en certeza, la desconfianza en confianza, la intolerancia en tolerancia, la rigidez en flexibilidad. La Terapia Floral del Dr. Edward Bach es justamente eso “una terapia” en la que se incluye los preparados florales. En los niños el diagnóstico y abordaje es distinto según la edad. Siempre el niño concurrirá con los padres, quienes hablarán primero, y luego el niño jugará, dibujará o hablará con el terapeuta. Los resultados, de la terapia floral en niños, son realmente sorprendentes, ya que los niños son muy permeables a los cambios.
Cuando la problemática del niño tiene que ver con los vínculos familiares será conveniente incluir en la consulta a la familia o a los miembros de la misma que quieran participar de los encuentros. En caso de tratarse de temas escolares puede hacerse un trabajo conjunto con la maestra o, de estar en tratamiento, con el profesional que esté atendiendo al niño.
Las flores de Bach son remedios naturales totalmente adecuados para los niños y pueden utilizarse desde el momento de gestación, durante el embarazo y a partir del nacimiento.
Todas las esencias florales de Bach por la manera como se elaboran son enteramente inocuas. No se ingiere realmente parte alguna de la planta, sólo la energía curativa forma el ingrediente activo. Algo intangible, pero de todos modos efectivo.
Sobre la autora:
Lic. Alicia Mabel Alfuso
Terapia Floral Dr. E. Bach M.I. 0276-008
Astróloga Humanística-Reiki Master
Técnica en Biomagnética
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aliciamabelalfuso@gmail.com
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