El golpe de calor es una descompensación del cuerpo por haber estado expuesto un tiempo prolongado al sol y a altas temperaturas sin tener los cuidados necesarios.
Los niños y los adultos mayores son las poblaciones que con más frecuencias sufren las consecuencias de estas alteraciones, por eso es fundamental que sepa cómo prevenirlo.
Tener en cuenta:
*Vestirse con ropa holgada, de telas livianas y colores suaves
*Usar sombrillas o permanecer a la sombra.
*Descansar todo lo que el cuerpo pida.
*Estar en ambientes ventilados.
*Consumir bebidas (preferiblemente agua o jugos de frutas) aunque no se tenga sed.
*Evitar consumir mucha azúcar, bebidas con cafeína, tomar alcohol y las comidas pesadas.
*Elegir platos frescos, como ensaladas. Los vegetales contienen una gran proporción de agua en su interior.
*Si el calor es muy intenso, suspender la actividad física o hacerla antes de las 10 am o luego de las 6 de la tarde.
*Si se toman diuréticos, consultar con el médico de cabecera.
¿Qué síntomas nos indican que podemos estar sufriendo un golpe de calor?
*Tener fiebre (mayor a 39°).
*Sentir la boca seca y mucha sed. Lo mismo con la piel, verla enrojecida.
*Transpirar mucho.
*Sentir mareos y sofocones. También puede haber vómitos, dolor en el estómago.
*Estar agotado, no poder casi pararse.
*Padecer calambres, dolores de cabeza.
*En los casos más agudos, puede haber desorientación, delirio.
Si esto ocurriese, hay que bajar la temperatura corporal de modo gradual (baños de inmersión, paños fríos en la frente y en la zona de los ganglios) y rehidratarse (se pueden tomar bebidas con sales minerales). Todo debe hacerse de modo lento para no provocar rechazo.
Sobre la autora
Dra. Alejandra Sánchez Cabezas (MN 68385),
Directora de Proyecto Surcos
www.proyectosurcos.org