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Los Órdenes de la Ayuda

Muchas veces pregunto a mis consultantes “ayudadores” que se quejan por los resultados negativos de su ayuda: ¿Qué harían si encuentran un ciego parado en una esquina?, sin siquiera pensarlo contestan: “Ayudarlo a cruzar”. Entonces les pregunto: “¿Se lo preguntaste?” la respuesta es: No. Es evidente que a la persona ciega le hemos creado un problema que no tenía ya que ahora se encuentra en un lugar que no quería, ni pidió estar. Muchas personas se quejan de que alguien a quien aprecian no aceptó su ayuda o no agradeció la ayuda recibida o luego de recibir una ayuda dejó de ser amable o se retiró de la relación. Siempre las preguntas que debemos hacernos son: ¿Esa persona necesitaba mi ayuda o yo creí que la necesitaba?, ¿Me la solicitó?, ¿La ayuda que le di era lo que necesitaba o lo que yo creí que necesitaba?, ¿La ayuda fue excesiva?, ¿Dejé que el otro me ayude a mí en algún momento?, ¿Alguna vez le pedí o acepté su ayuda?, ¿Dejé que me la retribuya?, ¿Le acepté su agradecimiento?
Los “ayudadores” profesionales o no ven la ayuda como un servicio y se enorgullecen de ayudar.
Bert Hellinger nos dice que no cumplimos nuestro objetivo cuando ayudamos de cualquier manera y que si no tenemos en cuenta ciertas Leyes u Ordenes de la Ayuda, tanto ayudador como ayudado se verán frustrados y pondrán en riesgo su vínculo o relación.
LAS LEYES U ÓRDENES A LAS QUE ME REFIERO SON LAS SIGUIENTES:
El primer orden de la ayuda es: “Cada uno da solamente lo que tiene y espera o toma sólo lo que necesita”. El primer desorden de la ayuda comienza allí, donde uno quiere dar lo que no tiene, y el otro quiere tomar, lo que no necesita; o cuando uno espera y exige del otro, lo que éste no puede dar.
El segundo orden de la ayuda es: “La ayuda solo debe estar al servicio de la supervivencia, del desarrollo y del crecimiento”. Esto significa que tendemos a ayudar antes de que el otro tenga una necesidad real. Para muchos “ayudadores” resulta difícil soportar el destino del otro y lo quieren cambiar. Pero no porque el otro lo necesita o lo quiere, sino porque ellos mismos no soportan la dificultad.
El tercer orden de la ayuda es: Que el ayudador, al ayudar lo haga poniendo a lo otro en un lugar adulto y no ubicándose en el lugar de un padre frente a su hijo.
El cuarto orden es: Que cuando ayudamos debemos ver al otro como parte de un sistema más amplio, con sus propias reglas y valores.
El quinto orden de la ayuda es: Que asintamos a cada uno tal como es. El que ayuda de verdad, no juzga.
Cuando no respetamos estos órdenes de la ayuda, nuestra ayuda se frustra y hasta podemos perder un amigo o una pareja. Hellinger también nos habla de la compensación entre el dar y el tomar y si esto no se cumple el que recibe más se sentirá culpable y obligado a retribuir y en caso de no poder hacerlo preferirá retirarse de la relación. La Técnica de las Constelaciones Familiares es la de hacer que, en una situación grupal, quien tiene el conflicto elija representantes para los implicados, quienes sin conocer a los personajes y a través de la información que toman del Campo se muevan libremente, de la manera que lo haría la persona que representa, mostrando con sus posturas y movimientos la dinámica en juego. El Constelador que es un especialista en lectura de imágenes, irá decodificando la trama con la confirmación de quien lleva el conflicto,  promoviendo el reconocimiento de los excluidos y restableciendo el Orden Familiar respetando los Ordenes del Amor. Llegar al Orden sana el Sistema y a quienes lo forman, esta sanación se logra hacia atrás y hacia adelante, haciendo que los posgénitos no vuelvan a repetir la historia con el intento fallido de darle un lugar a los excluidos.
Otra forma de trabajar en pos de lograr una Solución Sistémica es por medio del trabajo en consultorio con Muñecos, Plantillas, etc. Que representan a los miembros de la familia, permitiendo que el consultante descubra los desordenes y enredos, y reordene en su Alma a su Sistema Familiar. La teoría de las Constelaciones de Bert Hellinger es de una riqueza inconmensurable y su aplicación nos permite abrir un nuevo horizonte terapéutico llegando trabajar en situaciones y conflictos, en la que ninguna otra teoría lo puede hacer. Solo experimentar la participación de un Taller de Constelaciones Familiares o una sesión con Ejercicios Sistémicos, permite ver con asombro sus resultados.
Sobre la autora:
-Lic. Alicia Mabel Alfuso
-Facilitadora en Constelaciones Familiares
www.mirada-terapeutica.com.ar
 

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