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Cuidados para tu mascota

Si bien es verdad que hay muchas enfermedades que pueden aparecer en cualquier época del año hay otras cuya  incidencia es mucho mayor a raíz de las altas temperaturas.
ENFERMEDADES TRANSMITIDAS POR VECTORES:
Muchas son las enfermedades transmitidas por pulgas, garrapatas e insectos, tales como: dipylidiosis, leishmaniasis, filariasis, hepatozoonosis, entre otras. En todos estos casos, es importante ser muy consecuente en colocarle mensualmente algún método preventivo para parásitos externo. Existen pipetas spot-on, collares, comprimidos, líquidos, etc. Es fundamental consultar al veterinario, ya que cada producto tiene una toxicidad distinta: no sólo según la especie (perro o gato) sino también según la raza.
OTITIS:
Ésta patología tiene mayor prevalencia en los meses de verano porque uno de los factores predisponentes es la humedad excesiva en el conducto auditivo y eso suele pasar cuando los animales se mojan. Sus síntomas son: sacudidas de cabeza, rascado (pueden ocasionar lesiones en los pabellones auriculares y alrededores), mal olor en las orejas y dolor. Es importante acudir al Médico Veterinario para realizar un diagnóstico certero y un tratamiento específico. Para prevenirlo, se aconseja secar el conducto auditivo “por fuera” con una gasa (¡Atención! Nunca utilizar hisopos) y realizar limpiezas periódicas con productos óticos recomendados exclusivamente por el Veterinario.
ENFERMEDADES INFECTOCONTAGIOSAS (PARVOVIROSIS):
Se trata de una patología que se transmite por vía oro-fecal, por contaminación con heces de animales enfermos. Generalmente se presenta entre los 2 y 6 meses de edad de los perros. Sin embargo, también se puede presentar en animales no vacunados, en animales adultos inmunosuprimidos ó principalmente en gerontes, por la disminución de las defensas propia de la edad.
GOLPES DE CALOR:
Esta patología es uno de los principales problemas al que se ven sometidas las mascotas, ya que tanto perros como gatos son mucho más sensibles al calor que los humanos. Si bien se puede dar en cualquier raza, sexo y edad, hay una mayor prevalencia en razas braquicéfalas (de hocico chato) y en todo grupo etario pero principalmente en los cachorros y ancianos. En caso de identificar el problema, inmediatamente se deberá llamar al veterinario e intentar bajarle la temperatura aplicándole frío en la cabeza, el cuello, las ingles y las axilas ó poner al animal bajo un chorro de agua fresca pero no fría.
Para más información:
www.vitalcan.com
 

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