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Alimentación emocional

Nutrición
¿Cómo evitar los atracones?
Quisiera comenzar comentando algo que todos, de una u otra manera, percibimos. Y es el reconocimiento de que nuestro cuerpo no sólo es la parte física que se ve. Hoy la ciencia ya lo reconoce avalando con infinidad de investigaciones este hecho.
Pero quién tiene que dar el paso más importante y atravesar esa sutil línea es el interesado en sanar, y eso lo hará inicialmente comprendiendo que existe un poder personal que hay que desarrollar, una comprensión superior de lo que hasta ahora se nos ha dicho que somos y de cómo atender lo que padecemos. Mi labor como Holistic Health Coach es la capacitación hacia la auto-curación.
Cuando nos acercamos a un conocimiento ampliado, es ahí donde aprendemos a percibir en realidad cuál de nuestros cuerpos es el que requiere la curación especialmente y cómo, cuando los demás cuerpos están nivelados, pueden ayudarlo. Nuestro cuerpo está integrado por la suma de todas sus partes visibles y no visibles, ¡y él lo sabe! Por eso, en ocasiones, cuando le proveemos una posible cura éste no responde, pero no porque no quiera, sino porque seguramente no le estamos proveyendo de lo que en verdad necesita. Queremos coordinar la curación bajo un patrón de pensamientos comandados por el miedo y la resignación, que no funcionan.
Cada uno de nuestros cuerpos requiere de una nutrición especial, ¡todos están hambrientos!, y es conveniente saber cómo complacerlos verdaderamente. Por el contrario, si no llegamos a descubrirlo entonces comenzaremos a confundirnos y reaccionar de forma inconveniente. Una forma típica de confusión es querer calmar las emociones con la comida o la bebida. Las emociones se deben nutrir con experiencias emocionales positivas, y el cuerpo físico con alimentación consciente.
Cuando una persona recurre a la comida en forma de atracón, sacando las situaciones biológicas especiales que puedan conducirnos a ello como un desequilibrio insulínico o alteración de la microbiota intestinal, es seguro que la compulsión está comandada por las emociones. Ciertamente, cuando hablamos de “atracón” nadie suele hacerlo con frutas o vegetales. Por el contrario, ese desorden emocional que se refleja en lo alimentario es muy estratégico y siempre se buscan ingestas llamadas “anestésicas”, básicamente de lo que están compuestos los carbohidratos refinados (bollería, dulces, panificados, pastas…) y el alcohol.
Por ello, mi consejo es dejar de luchar contra la comida, ¡este no es el problema! Y tu cuerpo, ¡tampoco lo es! Si hay algo donde focalizar a la hora de querer vernos y sentirnos mejor con nuestro cuerpo es en la emocionalidad previa a la hora de comer. Esa es, en mi opinión, la clave. Y, algo no menor, es también aprender recursos de nutrición emocional para que cada vez que las emociones quieran salir a la luz, la comida no sea la única opción.
Para detectar que estás dentro de una emoción dominante y negativa que te lleva a comer (y dejes de creer que comes desmedidamente porque “ese” alimento es demasiado sabroso) te recomiendo que, cuando te veas en una situación de ansiedad e incluso te des cuenta que estás yendo camino a la heladera para resolverlo, intentes poner un “stop” e inmediatamente grabar un audio en tu celular o escribir sobre aquello que te está sucediendo: ¿por qué estás yendo hacia ahí? ¿Qué emoción te está moviendo hacia esa acción que sabés que no te conviene? ¿A quién estás copiando o con quién te estás identificando? Inicialmente hacer esto no va a evitar que acudas a la comida como canalización, pero con la práctica, reconocer esa emoción que te lleva a comer hará que algo de la energía contenida se disperse y tengas más control sobre tus actos.
En lo que respecta al tratamiento, y sobre los recursos que se utilizan para el restablecimiento de una emocionalidad positiva, me gusta recomendar practicar el Ocio ProActivo: simplemente busca cada día alguna acción especialmente motivadora, ¡y hacela! No es simplemente charlar con alguien, descansar o hacer cosas que más o menos te gusten, sino realmente apasionarte por algo ya que los hobbies son sanadores. No te postergues. En muy poco tiempo comprobarás como tus hábitos comienzan a revertirse y entonces, realmente te liberás.
Recuerda que siempre -siempre- se puede empezar de nuevo y cambiar.
Agradezco la posibilidad que me estás dando de ayudarte.
Sobre la autora:
Lic. Patricia Robiano
Holistic Health Coach
www.patriciarobiano.com.ar
info.patriciarobiano@gmail.com
Este trabajo no pretende reemplazar el consejo de tu profesional médico, nutricionista o psicólogo de confianza. Como autora de este material declino toda responsabilidad por cualquier efecto que se derive de la interpretación de estos ejercicios sin la supervisión adecuada. COPYRIGHT: Todos los derechos reservados. Queda prohibida la reproducción total o parcial de estos trabajos sin la autorización escrita del titular de copyright.

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