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¿QUÉ HACEMOS CON LO QUE HICIERON DE NOSOTROS?

Filosofía para la vida

La grandeza del hombre reside en muchas cosas. Reside en que es finito en un mundo infinito, es imperfecto en un mundo perfecto, lo angustia su pequeñez, lo angustia la idea de la nada, lo angustia la idea del dolor, de la injusticia; y también la grandeza del hombre (todavía, porque puede ser que esto no sea para siempre) todavía puede radicar en que se rebele contra lo que intentan hacer de él.

Sartre tiene una frase que dice: “Cada hombre es lo que hace con lo que hicieron de él”. Esto para mi es una frase de las más fundamentales de toda la historia de la humanidad. Porque, evidentemente, desde que nacemos hacen de nosotros algo; nosotros nacemos y nos hablan, nos meten una lengua, y nosotros la recibimos, como una esponja, palabras, palabras, palabras…

Cuando empezamos a hablar ¿qué decimos? Decimos las palabras que nos dijeron, es decir, no tenemos un lenguaje propio; solo creemos que dominamos una lengua y esa lengua nos domina a nosotros. Pero, alguna vez, vamos a tener que decir una palabra nueva, alguna vez vamos a tener que decir una palabra que sea nuestra, y esa va a ser nuestra libertad. Entonces, es cierto que el lenguaje nos condiciona, el entorno sociopolítico que nos condiciona, el inconsciente que nos condiciona, es verdad todo eso, todo lo que quieran; pero a partir de algún momento, tenemos que ser responsables por nuestra vida nosotros mismos, porque somos lo que elegimos ser.

La grandeza de la filosofía son estas cosas, entender estas problemáticas, en realidad esto requiere coraje. Porque la vida que alguien lleva puede parecerle injusta, pero es mansa, porque se deja llevar. Bueno, usted a la mañana se afeita, desayuna, va al trabajo, el jefe lo trata mal pero no lo escupe por lo menos, almuerza, se toma un digestivo, tiene problemas con el tránsito, llega a su casa agotado, pero nada grave lo acosó durante el día, saluda a su mujer y pasó otro día en su vida. Sí, pero no pasó, porque no pasó nada en su vida, no pasó nada. O sea, usted la pasó bien, usted no se amargó, usted no se asustó, no se angustió, se deslizó a lo largo de su día como una especie de hoja en la tormenta del capitalismo del siglo XXI, que es el único sistema que está vigente.

Pero cuánto más interesante hubiera sido si de pronto, usted se para y dice “pero caramba, qué vida de porquería estoy llevando, no puedo seguir así. Que porquería de trabajo, de familia, la televisión qué basura, muestran solamente algo redondo, ¿no tienen cara las mujeres?” No, olvídese de los ojos, de los labios, no hay más eso, ahora las mujeres tienen una sola cosa: culo. Y usted tiene que ver eso, porque eso le están dando.

Entonces a partir de ese momento usted dice “bueno, esto no va más”. Pero ojo, a partir de ese momento usted está solo. Está solo. Y eso se lo tiene que bancar. Se lo tiene que bancar y eso es una actitud filosófica, y eso es muy difícil, porque usted a partir de ahí dejó de pertenecer a la manada, y comienza a pertenecer a usted mismo. Y cuando usted comienza a pertenecer a usted mismo ya no tiene justificaciones, ya no puede distraerse, tiene que elegir, y usted va a ser el responsable de cada una de sus elecciones.

La filosofía es pues, coraje.

Sobre el autor:
José Pablo Feinmann
Filósofo, historiador, investigador, periodista.
29 de marzo de 1943- 17 de diciembre de 2021.

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