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BOOM SALUDABLE

NUTRIRSE SALUDABLEMENTE CON EDUCACIÓN

10 restaurantes veggie abrieron en lo que va del año. Cadenas de hamburgueserías sumaron burgers vegetales y los súper sumaron leches de almendra y helados veganos.

La ola –o, mejor aún, el tsunami– de la alimentación basada en plantas está reformulado las propuestas gastronómicas de la Argentina, donde según una encuesta de la consultora Kantar el 15% de la población es vegetariana o vegana.
El vegetarianismo ha vuelto, buscando crear una mejor relación con el ecosistema, contra el maltrato animal y buscando una alimentación más sana. ¿Toda dieta es saludable por solo dejar de lado las proteínas de origen animal?
Uno tiene que distinguir, si quiere ser vegano o si quiere comer sano y además ser vegano, porque una cosa no implica necesariamente la otra.
Lucia de 25 años debido a un diagnóstico de intolerancia al gluten la llevó a dejar las harinas, luego, por motivos que define como “filosóficos”, abandonó los lácteos y finalmente la carne. Sus controles médicos anuales muestran que dejar la proteína animal no perjudicó su salud y asegura
sentirse con más energía. Lucia afirma: “La gente cree que los veganos comen más light, más sano, y acá está el problema: no siempre lo vegano es saludable, ni hablar de los productos industrializados y ultraprocesados, los cuales tienen alto contenido de grasas o azúcar, o jarabe de maíz de alta fructosa que es pura chatarra, o aceite de palma, que es malo para la salud y para el medio ambiente. Hay que educarse y leer bien las etiquetas”. Comer vegetariano es sano cuando está asociado a la trazabilidad del producto: materia proveniente de productores responsables, con productos orgánicos, biodinámicos, sin usos de pesticidas o agroquímicos.
No se sabe a ciencia cierta si es más sano comer vegetariano si comer proteína animal en cierto punto, lo que sí estamos seguros es que al comer productos sin procesos industriales obtenemos mejor salud y potencia a nuestras habilidades físicas y neurológicas.
Lo que no está en duda es que quienes hoy toman la decisión de dejar la carne ya no tienen dificultades, como ocurría años atrás, para encontrar opciones gastronómicas en restaurantes o supermercados. Leches de almendras, de maní o de arroz conviven en armonía en la góndola de los lácteos de cualquier almacén de barrio, y ya no solo en dietéticas. En los últimos dos años, el polo gastronómico de Palermo, se ha superpoblado de restaurantes y fast foods de comida vegetal apta para onmívoros, que ofrecen hamburguesas y otros platos plant based, llenándose de comensales. Impulsando la apertura de más locales de este tipo. Hoy se acerca un público diverso porque cambiaron los paradigmas. El plant based más friendly, sin extremos filosóficos en su concepto, y con cualidades de saludable, más orgánico y sustentable, hizo que todas las
personas puedan acercarse con menos prejuicios. Los platos veggies (al igual que los productos del súper) toman los nombres de comidas cárnicas por definición: “Hamburguesa veggie” o “Milanesas de soja”, por ejemplo. A un par de cuadras del Congreso se encuentra
Parrilla La Reverde: la primera “parrilla vegana” de la Argentina. En la carta ofrece reemplazos de las comidas originales, usando como ingrediente principal el seitán (preparación a base de trigo). Hacen milanesas, choripanes y muchos ‘cortes’ como el vacío, el matambrito y la entraña, la
mitad de la gente que va aún come carne o está disminuyendo su consumo, intentando el camino del veganismo. Una dieta vegetariana o vegana no es “per se” más saludable que una dieta onmívora variada. Puede ser sana, es cierto, pero para eso debe cumplir con las necesidades nutricionales particulares de cada persona.
Entonces, ¿hay beneficios demostrados para quienes piensan dejar de comer carne? Sí. Una dieta vegetariana “bien planificada” se asocia a un menor riesgo de hipertensión, diabetes, sobrepeso, cáncer y muerte por infarto, advierte la Sociedad Argentina de Nutrición. Ese mismo informe
advierte: “Las dietas vegetarianas restrictivas y mal planificadas pueden ser insuficientes en términos de provisión de nutrientes e incluso pueden ser perjudiciales para la salud a largo plazo”.
El hincapié puesto en el concepto de “planificación” no es un dato menor.
La alimentación vegana/vegetariana que realmente cambia el paradigma es la que está hecha con insumos buenos, justos y responsables, poniéndo el énfasis en el impacto de la alimentación sobre el medio ambiente, para luego pasar a las personas y absorber así la mayor cantidad de sus
nutrientes.
Es fundamental la educación para llevar una alimentación vegetariana/ vegana saludable, creemos que gran parte de las personas que adquirimos este modo de vida, a través de la educación, hoy hay más gente que está empezando a hacer una elección más inteligente de cómo se alimenta.

Material concedido por Veggieland. / Para más información: www.veggieland.com.ar

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