¿Consumís suplementos regularmente y realmente sabes si lo que estás tomando es suficiente para tu salud personal?
Además, ¿sabías que la calidad de los suplementos varía considerablemente entre las marcas?
Entonces, ¿cómo sabes si se puede confiar en la etiqueta de los suplementos y sus promesas?
Hay tanta información disponible hoy en día sobre los beneficios de diferentes suplementos vitamínicos y herbales, y cómo podemos usar estos medicamentos ‘naturales’ para mejorar nuestra salud. Puedes escribir cualquier condición de salud en el motor de búsqueda y luego actuar como tu propio médico y desarrollar un plan de tratamiento basado en lo que lees. Pero, ¿siempre se puede confiar en la información obtenida? ¿Puedo estar seguro de que la comprensión de lo que sucede en mi cuerpo es precisa?
ALGUNOS ELEMENTOS DE REFLEXIÓN SOBRE EL USO DE SUPLEMENTOS
1. ¿Qué significa la palabra ‘suplemento’?
Cuando estamos viendo una imagen de deficiencia de nutrientes, tiene sentido considerar el uso a
corto plazo de un suplemento para corregir el problema. Pero, ¿por qué ocurre la deficiencia en primer lugar?
En última instancia, hay algo que falta en nuestra dieta y no le estamos proporcionando a nuestro
cuerpo la cantidad suficiente de cierto nutriente. Otros factores a considerar son la posibilidad de que se deba abordar una afección de salud subyacente o tal vez ciertos factores del estilo de vida, como el consumo de alcohol o el tabaquismo, estén contribuyendo al agotamiento de los nutrientes. El aumento del estrés también puede agotar nuestras reservas de nutrientes.
¿Cuál es la solución a largo plazo? Cuando elegimos nutrir nuestro cuerpo con alimentos integrales de buena calidad, es posible obtener toda la nutrición necesaria para mantener una buena salud.
Para hacer esto, necesitamos estar equipados con el conocimiento de cómo debemos comer para obtener la nutrición correcta. Los alimentos son una fuente compleja de vitaminas, minerales y fitoquímicos que trabajan en sinergia. Esto significa que la biodisponibilidad de los nutrientes es mayor dentro de un alimento integral y, como resultado, nuestros cuerpos pueden absorber más.
¿Sabías que hay casi 100 mg de vitamina C en una naranja? ¿O que en una ración de kale se pueden obtener hasta 150mg de calcio? Puede apoyar la salud ósea, la función
nerviosa y muscular y su sistema inmunológico al incluir estos alimentos en su dieta de manera regular.
2. ¿Cómo sabes cuándo es suficiente?
El hecho de que sea ‘natural’ no significa que siempre sea seguro. Todo el mundo tiene diferentes necesidades de ciertos nutrientes y algunas vitaminas y minerales pueden ser tóxicos cuando se toman en grandes cantidades. Demasiado zinc puede provocar molestias gastrointestinales y, en cantidades excesivas, puede provocar mareos, inmunosupresión y cambios en los latidos del corazón. También es posible interferir en el equilibrio de otros nutrientes cuando se complementa de forma aislada. Demasiado zinc puede interferir con la absorción de cobre y esto afectará nuestro metabolismo del hierro. El hierro y el cobre son importantes en la formación de glóbulos rojos y una deficiencia de estos dos minerales puede provocar anemia.
El hecho de que sea ‘natural’ no significa que siempre sea seguro.
3. Otras cuestiones relativas a la seguridad.
Estos incluyen las interacciones de hierbas/fármacos que causan contraindicaciones de medicamentos con ciertos ingredientes dentro de los suplementos. El uso de algunos medicamentos y suplementos juntos puede cambiar los efectos terapéuticos en el cuerpo o provocar resultados nocivos. La hierba Hypericum (Hierba de San Juan) es un ejemplo típico. Esta hierba no se puede tomar con ciertos antidepresivos y puede reducir la eficacia de la píldora anticonceptiva oral. Es importante conocer todas las interacciones si toma medicamentos y está considerando el uso de automedicación con suplementos.
4. La falta de regulación dentro de la industria de suplementos vitamínicos es preocupante.
En marzo de 2015, el Fiscal General de Nueva York reveló que la calidad de los suplementos era muy variable. Un estudio encontró que el 79% de los suplementos probados no contenían lo que decían las etiquetas. La falta de regulaciones significa que no siempre se puede estar seguro de los ingredientes enumerados o de aquellos contenidos que pueden no estar enumerados. La fuente de las materias primas obtenidas en la producción tampoco siempre se revela.
La situación ideal para considerar el uso de suplementos es hacerlo bajo la guía y estricto control de un médico de cabecera o nutricionista. Además de las pruebas, se tienen en cuenta tambien otros factores, como por ejemplo los cambios en la dieta y el propio estilo de vida necesarios para lograr una buena salud. Hay un momento y un lugar para el uso a corto plazo de suplementos, pero la nutrición a través de los alimentos siempre debe ser la prioridad cuando se construyen los cimientos de una buena salud.
Consultá a tu médico para evitar problemáticas en tu organismo.
Investigación de Vera Alaníz, para TodoSalud.
Fuente: https://www.greathealthguide.com.au