Una alimentación saludable desde pequeños permitirá mejorar la calidad de vida de toda la población
Para ello, resulta fundamental el trabajo que podamos hacer con los más chicos acercándoles y familiarizándolos con múltiples opciones de alimentos. En escuelas rurales, le preguntamos a los chicos qué verduras conocían y respondieron: lechuga, tomate y zanahoria. Al hacer la misma pregunta para frutas, la respuesta fue: manzana, banana y naranja. Probablemente este grupo de chicos sea el reflejo de muchos otros de nuestro país. Y una vez más, esta situación nos lleva a reflexionar sobre la gran responsabilidad que tenemos los padres respecto a la alimentación de nuestros hijos.
Por eso, nuestro rol como adultos responsables de la educación de los niños juega un papel muy importante en este sentido, dado que es en el hogar donde se aprenden y copian hábitos y conductas como comer saludablemente, el respeto y cuidado de nuestro cuerpo, entre otras muchas más. Es fundamental no perder de vista que desde pequeños sentamos las bases para el total desarrollo de nuestro potencial físico y mental.
Algunas recomendaciones para tener una alimentación saludable que contenga porciones de los 6 grupos de alimentos:
1– Para las frutas y verduras, busquemos de todos los colores ya que en cada color encontramos nutrientes diferentes. Recordemos consumir 5 porciones por día (entre frutas y verduras) y tratar de incorporarlas en todas las comidas. En este grupo de alimentos hallamos muchas vitaminas, minerales y fibra.
2– Las carnes son fuente de proteínas, hierro y vitaminas del complejo B. Eliminando la piel y toda la grasa visible, se podrían incorporar en una de la 2 principales comidas diarias. Sugerimos consumir vaca, pollo, pescado, cerdo, pero también cordero, conejo, llama, vizcacha, entre otras, que si bien no son de consumo masivo, en algunas regiones, como el Norte Argentino, forman parte de la alimentación diaria. Tampoco nos olvidemos dentro de este grupo a los huevos.
Algunos pescados como el salmón, atún, caballa, arenque, gatuzo, sardina, todos ellos de mar, de aguas profundas, son muy saludables por su contenido en grasas omega 3, muy importantes para la salud cardiovascular.
3– Los cereales nos aportan energía. En este grupo entran las pastas, granos, arroz, polenta, legumbres, harinas y panificados. Recomendamos elegir los integrales y los panificados con semillas que aportarán fibra y ácidos grasos poli insaturados. La cantidad a consumir dependerá de cada caso en particular, sugerimos alrededor de 5 porciones por día.
4– El grupo de los lácteos incluye la leche, quesos y yogurt; todos ellos ricos en calcio y vitamina D. A partir de los 2 años de edad se recomienda consumir lácteos descremados, así evitamos las grasas saturadas de estos alimentos.
5– En el quinto grupo de alimentos entran las grasas y azúcares, las cuales hay que consumir con cautela, dado que son muy ricos en calorías. Los aceites pueden ser muy saludables dependiendo de cuál elijamos; se aconseja oliva o girasol alto oleico, por su contenido en omega 9. En cuanto a los azúcares, ya sea azúcar de mesa, o golosinas y dulces, deben dejarse para eventos especiales y así consumirlos solo ocasionalmente.
6– El agua es fundamental para la vida. Por eso, consumir de 2 a 3 litros por día asegura una correcta hidratación.
La idea es tratar de incorporar nuevos productos y sabores a la mesa, educar nuestro paladar y el de nuestros hijos de a poco. No hay que frustrarse si con la primera receta lo nuevo es rechazado, hay que seguir intentando y probando varias veces. Debemos enseñar a comer alimentos de todos los grupos, y dentro de cada grupo no quedarnos solo con 2 o 3 opciones conocidas. Las posibilidades hoy en día son muchas y la oferta de productos enorme. Sugerimos consumir la menor cantidad de alimentos industrializados y volcarnos a los frescos para elaborar platos en casa, sin aditivos, conservantes ni colorantes.
Compartir la preparación con los niños es una excelente manera de formar y despertar en ellos el interés por lo saludable. Es una hermosa experiencia que seguramente quedará en su cabecita para siempre.
Sobre la autora
Florencia Roa
Lic. en Nutrición
MN 6769
Fundación Cardiológica Argentina
www.fundacioncardiologica.org
 

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