¿Te miraste al espejo últimamente y sentiste que todo se estaba viniendo abajo? ¿Creés que, quizás, estás envejeciendo demasiado rápido?
-Todos queremos vernos bien. Queremos la piel firme, sin arrugas y encontrarnos una sonrisa impecable cuando nos miramos al espejo. Pero también queremos sentirnos jóvenes: con energía, poder movernos sin dolor articular y sin que el cuerpo nos pase factura cada vez que pretendemos levantarnos de la silla.
-Hay mucho por hacer para aumentar su cantidad en el cuerpo y unos cuantos factores que cuidar para evitar inhibir su producción y destruir el colágeno existente a un ritmo acelerado.
¿Qué es el colágeno?
-Para empezar, el colágeno es la proteína más abundante en nuestro cuerpo. De hecho, el 15% de nuestro peso seco (es decir, sin contar el agua) es colágeno.
-Cumple muchas funciones y beneficios; es mucho más que la estética de una piel firme y elástica.
-Su origen etimológico proviene del griego «kolla» que significa pegamento. Esta molécula mantiene unidas las diferentes estructuras del organismo gracias al tejido conectivo, que da soporte y protección a los órganos y resto de los tejidos en todo el cuerpo. Imaginate el colágeno como un esqueleto blando sin el cual nos sería imposible mantenernos en pie.
Tipos de colágeno
Existen más de 28 tipos de colágeno, pero los primeros cinco son cruciales para mantener una apariencia juvenil y la salud general de la piel, huesos, tendones y otros tejidos conectivos.
Cada uno de estos tipos tiene diferentes cantidades de aminoácidos y otras moléculas que determinan si el colágeno será más largo, fuerte o flexible. Esta variedad nos brinda una gama de beneficios, desde mantener nuestra piel en su lugar hasta mejorar la salud de nuestras arterias y dientes.
Tipo de colágenos:
COLÁGENO TIPO 1
PARA TENDONES, LIGAMENTOS, HUESOS, PIEL Y DIENTES.
La enorme mayoría del colágeno en nuestro cuerpo es del primer tipo. Se encuentra principalmente en la dermis, los huesos, tendones, tejido conectivo y en la dentina de los dientes. Es el principal responsable de la resistencia y firmeza de la piel. Además, tiene un papel crucial en la cicatrización de heridas y en la formación de tejido cicatricial.
COLÁGENO TIPO 2
PARA ARTICULACIONES.
Ubicado principalmente en los cartílagos, este tipo de colágeno es esencial para la flexibilidad y resistencia de estas estructuras. Las articulaciones, responsables del movimiento y soporte en nuestro cuerpo, dependen en gran medida del colágeno tipo 2.
Una deficiencia o degradación de este colágeno puede llevar a problemas articulares y al desarrollo de condiciones como la osteoartritis.
COLÁGENO TIPO 4
PARA MUCOSA INTESTINAL Y SISTEMA INMUNE.
Este colágeno desempeña un papel vital en la integridad y funcionalidad de nuestras mucosas, especialmente la intestinal.
Está asociado con la formación de las capas que rodean los músculos, grasa y órganos, actuando como una barrera selectiva para moléculas y células.
Las personas con permeabilidad intestinal, desequilibrios en su flora bacteriana o problemas autoinmunes pueden beneficiarse del soporte que el colágeno tipo 4 ofrece, ya que ayuda a restaurar y mantener la barrera natural del intestino.
Investigación de Vera Alaniz
Para TodoSalud
Fuente: Dr. Sebastián La Rosa
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