En la naturaleza está todo lo que necesitamos
Los medicamentos, son tan viejos como la humanidad. Es un gran misterio de cómo se llegó a ellos. Y como alguien se dio cuenta que una planta, un mineral o un hongo, podían curar.
Habrá sido la observación sus efectos sobre animales, la relación de semejanza con las formas de alguna patología con ese supuesto medicamento. ¿Quién lo sabe? Algunos casos habrán quedado registrados, otros son suposiciones.
¿Cómo describir a un medicamento?
Toda sustancia o combinación de sustancias que posean propiedades para el tratamiento o prevención de enfermedades en los seres vivos con el fin de restaurar, corregir o modificar las funciones fisiológicas, ejerciendo una acción farmacológica, inmunológica o metabólica, es una sustancia empleada para curar, paliar o prevenir una enfermedad, en veterinaria lo llamamos opoterápicos.
¿Pero son sólo farmacológicos los medicamentos?
Claro que no. Ya que hay otras sustancias que también tienen acción en el organismo como cualquier medicamento, como los oligoelementos, fitoterápicos, homeopáticos y florales. Cuando cumple su cometido ese medicamento pasa a llamarse remedio, cuando remedia cura la enfermedad, la dolencia o mejora al paciente. Ahora un método de inmovilización de una fractura, yeso, clavo, etc., también es un medicamento, y cuando se resuelve la fractura se consolida que es un remedio. Podría también decirse que es una sustancia con propiedades para tratar a un ser vivo. Para muchos debe ser un fármaco obtenido en un laboratorio, una férula también cura.
Pero los orígenes de muchos de los que hoy utilizamos no vienen en su inicio del laboratorio. Como ejemplo la penicilina, en el año 1928 fue descubierta por el Dr. Alexander Fleming, obtenida a partir del hongo penicillum o el ácido acetil salicílico, conocido más como aspirina. Obtenidos a partir de sustancias orgánicas o mineral, como muchos otros remedios. La humanidad obtuvo sus medicamentos de la naturaleza, con errores y grandes barbaridades, aberraciones que muchas veces dañaban más que curaban, desde los laboratorios salieron también muchos desastres.
Lo primero es no dañar, algo muy difícil de lograr hasta hoy en día. La medicina es una, pero cambiamos en como vemos al paciente. Ahí es donde se separa lo que llamamos el arte de curar y que tratamiento usamos. ¿Por qué todo tiene que ser igual, por qué todo debe ser medido de igual manera? Es un gran error, usted y yo no somos iguales, sólo pertenecemos a la misma especie, mi perro y el suyo aun siendo de la misma raza no son iguales, en su comportamiento, en lo físico son semejantes, pero nada más. Sus temores, su capacidad de aprendizaje no son iguales. Por lo tanto su tratamiento será distinto.
En las terapias florales se utilizan los beneficios energéticos obtenidos de las flores. En homeopatía los obtenidos de sustancias de los tres reinos diluidos y dinamizados. En fitomedicina utilizamos los que nos brindan las plantas. Atendemos a nuestros pacientes en forma individual, algunas veces nos permiten estas terapias atender, por su generalidad a distintos pacientes por igual. Sus efectos terapéuticos pueden ser muy distintos, aun procediendo del mismo origen, voy a un pequeño ejemplo:
Hace unos cuantos años atrás en el año 1999 nuestra gata siamesa Mini, madre por segunda vez, venía con su parto retrasado. El tiempo de gestación en los gatos domésticos es de 60 días promedio (más menos 2 días.). Parecía que la comodidad de los cachorros dentro de la madre era total y no querían darse a conocer. Yo no quería llegar a la cesárea, ya venía con más de 2 días de atraso de la fecha posible de parto, así que recurrí a uno de los remedios florales del Sistema de California, llamada Pomegranate. Fue algo increíble y asombroso, la energía de Pomegranate, algo muy importante en los tratamientos, permitió que cambiara a Mini y a sus hijos aún desconocidos. Y nos mostrara los cachorros que había engendrado, a las 4 hs de la toma parió Mini y nacieron 5 cachorros.
Esta flor tiene efecto sobre el chakra sexual, solar y sacro. Creo que la energía fue transmitida a estos centros energéticos maternos y fetales que hicieron activar el parto desde el primer feto hasta la madre y así comenzó a parir, pero nunca lo voy a saber. A las 4 horas nació el primero de la lista a nacer. Fue un efecto general, por el equilibrio en sus chakras, que por algún motivo frenaban el parto.
Buscando cuál es la flor Pomeranate, ví que es la Púnica granatum. Más conocida como Granada. ¿Quién no comió su fruto, quién no se manchó con su jugo? Conocida desde la antigüedad, donde Afrodita, la diosa del amor en la mitología griega, se dice que el primer árbol que plantó fue un granado. En algunos lugares en la antigüedad era augurio de fecundidad y fertilidad. En Roma las novias, llevaban ramos de granada, también otras plantas como el Crataegus oxicanta. Hipócrates recomendaba su jugo para atacar la fiebre y como fortificante contra la enfermedad. Creo que hoy, está planta está extendida en casi todo el mundo. La granada está presente en muchas pinturas religiosas, su simbología para muchos tiene que ver con su fructificación y fecundidad.
Su composición es de aproximadamente: carbohidratos 18%, azucares 14%, fibra alimentaria 4%, grasas 1%, proteínas 1,7%. Además vitaminas del grupo B, vitamina C, E, K, minerales, calcio, hierro, magnesio, manganeso, fosforo, potasio, zinc y sodio.
Se la utiliza de distintas formas, como alimento, jugo, etc. También su jugo se usa para pinturas naturales. Posee vitaminas C y E que son antioxidantes. Algunos autores consideran beneficiosa para gargarismos, alivia la tos, etc., ya descripto por Hipócrates. Después de los descubrimientos del Dr. E. Bach, fueron apareciendo distintos sistemas florales en todo el mundo en el año 1979 el matrimonio Richard Katz y Patricia Kaminski fundaron el llamado de Sistema Floral de California. Donde encontré esta flor.
Actúa sobre lo femenino, la maternidad, fertilidad. Induce el trabajo del parto. Asimilación de vitaminas y minerales. Efectos sobre las glándulas suprarrenales. Órganos reproductores, femeninos, etc.
Espero les haya interesado, hasta la próxima.
Sobre el autor:
Dr. Carlos Angeleri
Veterinario
angelericfmv@gmail.com