El ser humano sano tiende al placer. Sentir el cuerpo es imprescindible para la recuperación.
1. Aprender a manejar la ansiedad por la comida.
La ansiedad es una emoción y como tal no admite el control de la fuerza de voluntad.
2. Aprender a vincularse de manera no adictiva.
Vincularse adictivamente es “jugar” los roles del rescatador, perseguidor y víctima.
3. Aprender sobre alimentación para no prohibirse.
La gordura es un asunto de cantidad de comida. Cualquier prohibición habilita la ansiedad.
4. Aprender a aceptar un cuerpo normal.
La grasa corporal, material de protección y materia prima de los estrógenos, varía con la edad y las necesidades del alma.
5. Aprender actividades físicas conscientes y gozosas.
Consciente es con-siente.
Sobre la autora
Elena B. Werba
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