Las microalgas, consideradas una de las primeras formas de vida de la tierra constituyen un recurso alimentario excepcional ya que se encuentran en la base de todas las cadenas alimentarias, siendo en su mayoría fuente de nutrientes esenciales como proteínas ricas en aminoácidos, minerales, vitaminas, ácidos omega, distintas clases de fitoactivos como antioxidantes, pigmentos, enzimas, y diversos compuestos orgánicos con actividad biológica.
Entre las distintas variedades de microalgas encontramos las dos de mejor capacidad nutricional: las microalgas Spirulina y microalgas Chlorella.
Consideradas desde el 2005 por la Unión de Naciones Unidas junto a la Organización Mundial de la Salud, como una posible solución definitiva a los problemas alimentarios mundiales, es recomendada su utilización para corregir estados nutricionales, y convirtiéndose en uno de los pocos productos alimentarios (sino el único) en ser reconocido con esta capacidad. (Res. A/C.2/60/L.14 – IIMSAM – 2005)
La Spirulina constituye un alimento concentrado natural. Es la fuente más rica en vitamina B12 conocida en la naturaleza (más de tres veces el contenido de la carne bovina); así como también contiene casi todas las vitaminas restantes del mismo grupo (B1, B2, B3, B6) en muy importantes cantidades. Completan su aporte, considerables dosis de vitaminas E, inositol, ácido fólico, biotina y ácido pantoténico.
La Chlorella por su parte presenta un perfil nutricional es impresionante. Contiene al igual que la Spirulina importantes cantidades de vitaminas de grupo B (B1, B2, B3, ácido pantoténico o B5, B6, ácido fólico o B9, B12), sumando vitamina C, vitamina E, biotina (o vitamina H), ácido para-aminobenzoico (PABA), inositol, junto con minerales como el calcio, magnesio, hierro, zinc y fósforo. Cabe destacar que el elevado contenido en la dieta de vitaminas del grupo B, contribuye a potenciar la actividad cerebral, disminuyendo la pérdida de memoria, la caída en la capacidad de atención y la apatía general.
Desde el punto de vista proteico, la Chlorella presenta más del 55% de su composición en proteínas las cuales contienen la totalidad de los aminoácidos esenciales y gran parte de los no esenciales (19 en total), un porcentaje mucho más alto que cualquiera otro alimento como la soja o de arroz, y comparable con el de las microalgas Spirulina la cual exhiben una concentración variable entre el 55 y 70% de aminoácidos, siendo ambas microalgas los alimentos naturales de mayor contenido proteico conocido. Ambas microalgas aportan una alta concentración de Betacaroteno o pro-vitamina A (más de 30 a 50 veces el contenido de la zanahoria); Ficocianina, pigmento azul intenso presente en la Spirulina, el cual estimula enormemente la actividad linfocitaria cumpliendo un rol decisivo la acción del sistema inmunitario; y Clorofila, pigmento verde presente en la Spirulina, pero que las microalgas Chlorella contienen en una concentración más alta que cualquier otro alimento de la naturaleza (2 g por cada 100 g), más de 10 veces la concentración contenida en la alfalfa.
La Clorofila ha sido estudiada como un componente muy eficaz en la desintoxicación del hígado y la circulación sanguínea, como así también en la limpieza del intestino y la alimentación de la flora intestinal benéfica. Esta actividad se ve complementada por el elevado contenido de proteínas, vitaminas y minerales de ambas microalgas, que estimula la producción de lactobacilos y bifidobacterias los cuales regulan la digestión y absorción de los principios nutritivos, a la par que protege de las infecciones y enfatiza el funcionamiento del sistema inmunitario.
En el organismo, los antioxidantes con carácter endógeno y exógeno, cumplen el papel de retardar el envejecimiento de células y tejidos al neutralizar los «radicales libres», actuando como una barrera antiestrés, e impulsando la recuperación de los principios vitales del organismo. Entre los principales antioxidantes de la naturaleza se encuentra la enzima superóxido dismutasa (S.O.D.) contenida en la Spirulina (más de tres veces superior al contenido de la carne bovina), la Ficocianina, el Selenio, el Germanio, Cobre y Zinc, y las Vitamina C y E, presentes en importantes proporciones en ambas microalgas.
Se suma al efecto antioxidante protector, la capacidad de antienvejecimiento (antiaging) otorgada por la microalgas Chlorella las cuales disponen de una fracción rica en ácidos nucleicos que le brindan al organismo los precursores de la síntesis y reparación del material genético celular. Una investigación reciente indica que ciertas sustancias de Chlorella estimulan el sistema inmunológico naturalmente posibilitando proteger el cuerpo contra enfermedades generalizadas e incluso el cáncer.
La biodisponibilidad de Hierro en la Spirulina y en la Chlorella un 60 % mayor que cualquier otra forma conocida de suministro de ese metal al organismo. El Hierro es esencial para el mantenimiento de los glóbulos rojos de la sangre y del sistema inmunitario. De esta forma, el consumo de microalgas Spirulina y Chlorella coopera eficazmente para detener y revertir la anemia junto con otras perturbaciones en la asimilación del Hierro. Complementariamente, este mineral se absorbe más eficientemente desde el intestino en presencia de la clorofila, ya que químicamente ésta puede catalogarse como el homólogo vegetal de la hemoglobina (proteína trasportadora de gases en la sangre). Otros nutrientes como la vitamina C, el ácido fólico y la vitamina B12 (todos de alta concentración en ambas microalgas) resultan ser claves para la correcta absorción del Hierro y asimilación por el cuerpo.
El ácido Gammalinolénico (GLA), un ácido graso esencial de importante presencia en las microalgas, es el precursor de las prostaglandinas (PGE), hormonas encargadas del control de
vitales funciones del organismo, tales como: el control de la presión arterial, la síntesis del colesterol y la división celular. La ingesta insuficiente de GLA tiene adversos efectos, siendo causa de patologías cardíacas, artritis, obesidad y deficiencia de Zinc. La Spirulina aporta GLA en dosis excelentes para actuar preventivamente sobre estas patologías y otras como: síndrome premenstrual y alcoholismo. Un balance nutricional adecuado, sumado al aporte de antioxidantes y ácidos grasos mono y poliinsaturados (omega 3, 6 y 9), permitirá paralelamente reducir la generación de inflamaciones articulares y de diversos tejidos, comúnmente ocasionadas por deficiencias nutricionales en la dieta.
Actualmente tanto las microalgas Chlorella como las Spirulina son utilizadas en diversos países para el tratamiento de las úlceras pépticas, así como el tratamiento de las úlceras duodenales y gastritis.
Estas microalgas consideradas como superalimentos por la importancia de la concentración y amplitud de sus principios activos, son adoptada en todos los países desarrollados, a favor de la megatendencia planetaria de sustitución de proteínas derivadas de las carnes rojas y la adopción progresiva del concepto de alimentos sanos en la dieta. En este sentido, la F.D.A. (Food and Drugs Administration, U.S.A.), ha aprobado y auspiciado desde la década del 80′ su utilización como suplemento dietario natural de uso masivo y sin contraindicaciones, aún en muy altas dosis.
Sobre el autor
Lic. Eric Strembel
HG Laboratorios
*Licenciado en Química.
*Especialista en Plantas Medicinales.
Departamento científico
HG Laboratorios
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