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Alimentarse económicamente sano

Economía familiar
Los precios de los productos y el acceso económico a una alimentación adecuada constituyen en la actualidad uno de los grandes temas cotidianos tanto en el ámbito de la cadena agroalimentaria como en la preocupación de los propios hogares.
Los nutricionistas siempre se han preocupado y siguen preocupándose en estos tiempos más que nunca, por hacer un operativo del conocimiento nutricional difundiendo sus estudios e investigaciones en soluciones prácticas que le resuelvan problemas prevalentes a los niños y sus familias para llevar adelante una mejor calidad de vida ante las circunstancias de la actualidad.
Uno de los desafíos de estos tiempos es comunicar de manera correcta y responsable, la manera en que las familias con recursos económicos limitados puedan realizar la mejor compra de alimentos gastando el menor valor, sin dejar de lado la importancia nutricional de cada uno de ellos. Resaltando la significación de la alimentación variada nutricionalmente completa, higiénicamente segura y combinada con una compra comprometida, razonada en alimentos.
Es posible generar estrategias de compra y variación de alimentos que alcancen una cobertura de las necesidades nutricionales, para que cada peso valga más en nutrición
La ingestión depende básicamente de gustos y hábitos, de las prácticas y costumbres familiares así como también de aquellas que impone la sociedad, de los alimentos disponibles, de los recursos que se disponen, del precio de los mismos.
La cantidad total de calorías que se necesita diariamente depende de los requisitos llamados basales – aquella parte de la energía indispensable para mantener las funciones vitales y de la actividad que desarrolla cada persona, que puede variar desde un nivel muy sedentario; por ejemplo , aquellas  que realizan más que nada actividades que comprometan muchas horas sentado o con muy poco esfuerzo, hasta los niveles más activos, las cuales adquieren trabajos intensos o con mucha actividad física.
En los productos preferentemente, pueden incorporarse las hortalizas, en especial las verduras de color verde, anaranjado y rojas. La recomendación de mejor compra en este grupo es la de elegir las variedades de estación, con precios más económicos. Todas ellas, tienen un valor nutricional similar; por lo tanto su elección es básicamente en función del precio.
La riqueza de vitaminas y minerales de las hortalizas favorece el buen funcionamiento del organismo. Las vitaminas A y C mantienen las defensas contra las infecciones y las del grupo B fortalecen el sistema nervioso. Los minerales son necesarios para el metabolismo del organismo; el potasio ayuda a eliminar la retención de líquidos que provocan los alimentos ricos en sodio y, por tanto, previene la hipertensión e hinchazón de vientre y piernas.
Las hortalizas, lo mismo que las frutas, tienen sustancias que sin ser nutrientes resultan muy beneficiosas por sus efectos antioxidantes, antiinflamatorios y antimicrobianos.
Legumbres y cereales, en especial los integrales; en aceites podemos encontrar aquellos vegetales que son de buena densidad de nutrientes. Los platos que componen este grupo y más aún, los que combinen tres partes de cereales con una de legumbres son opciones económicas para alternar. La mixtura de los cereales, legumbres, hortalizas pueden generar un guiso de gran valor nutricional y precio conveniente. Incorporar aquellos integrales también, ya que estos aportan vitaminas y minerales presentes en la cascara de los granos.
Las legumbres aportan vitaminas del grupo B y minerales como el Calcio, Magnesio, Potasio, Fosforo e Hierro, entre otros. Los cereales contienen fibra, vitaminas del grupo B, vitamina E, tianamina, riboflavina, niacina, además de múltiples minerales como hierro, zinc, cobre, magnesio, selenio y fósforo.
Una buena opción para la compra de estos alimentos es organizarse con la gente que tenemos alrededor, vecinos, amigos, familiares, para comprar en los lugares de calidad y económicos o que hagan precio por cantidad. En estos tiempos, se encuentran los mercados que se acercan al barrio en el diferentes fechas programadas, grupos organizados, se informan y acceden a los beneficios que quizá, en el ritmo que llevamos la realidad, se nos escapa.
La importancia de leer bien las etiquetas de los alimentos es una buena práctica de todo consumidor responsable, ya que en los últimos tiempos ha variado la graduación en gramos con respecto a su precio, por consecuencia, la diferencia calórica y nutricional prevalece en este punto. La fecha de vencimiento de un producto o su lapso de aptitud, es uno de los indicadores de ahorro y practicidad al organizar, si puede conservase en el freezer (que perdura más tiempo como reserva) o solamente requiere de heladera como también si solamente con el ambiente natural puede prevalecer.
Varios puntos que en conjunto conforman una nueva manera de responsabilizarse con la alimentación de uno mismo y con el afuera que nos constituye como sociedad. La conciencia nutritiva, la responsabilidad de la higiene ante las nuevas (como viejas) enfermedades en el mercado y la potencia de difundir la nueva perspectiva está en el día de hoy solamente en nuestras manos.
Para TodoSalud
Equipo de Veggieland
Fuente: www.facebook.com/veggieland.ar

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