Los estados de ánimo y las emociones juegan un papel muy importante en cómo nos sentimos todos los días. Algunos días nos sentimos geniales, listos para asumir cualquier desafío que se nos presente. Pero, ¿qué hacemos los días en que nos sentimos desmotivados?
Saber darte una dosis de positividad te devuelve el control necesario para mejorar tu perspectiva
y cambiar tus percepciones.
Los adolescentes tienen un momento particularmente desafiante con el propio estado de ánimo y las emociones porque de allí surgen una multitud de problemas en sus vidas. Las presiones estudiantiles y sociales se suman a la agitación interna de los problemas hormonales y de crecimiento, a menudo exacerbados por algunas malas elecciones del estilo de vida y la falta de sueño.
¿Es de extrañar que estemos viendo niveles crecientes de ansiedad en nuestros adolescentes?
El deporte es una fantástica salida física y emocional para ellos, ya que combina el ejercicio con la actividad social y les permite el tiempo y el espacio para una sana competencia y diversión. El deporte proporciona algunas lecciones de vida clave para nuestros adolescentes, como mejorar el rendimiento con la práctica y el entrenamiento, ganar y perder con dignidad y el valor del trabajo en equipo para el éxito.
Todos estos factores afectarán su éxito futuro, no solo en el campo deportivo sino también en la vida y las relaciones.
Los desafíos diarios deben resolverse con soluciones individuales y tener la capacidad de mejorar el estado de ánimo y las emociones es una habilidad que cambia la vida.
Enseñar a nuestros adolescentes a manejar sus estados de ánimo y emociones con movimientos positivos tendrá un gran impacto en su salud.
Comprender cómo reacciona su cuerpo al estrés y los pasos que puede tomar para controlarlo evitará las soluciones rápidas que a menudo buscamos, incluidos los alimentos, el alcohol y la estimulación de la pantalla. ¿Cuántas veces buscamos chocolate, o algo similar, cuando nos sentimos decaídos y cansados? ¿Qué tal ver la televisión para relajarnos, cuando en realidad solo
estamos distraídos y comiendo dulces? Estas opciones se convierten en una parte negativa del ciclo que exacerba el bajo estado de ánimo y
la fatiga.
El movimiento, en cualquier forma, produce potenciadores naturales del estado de ánimo (neuroquímicos), solo se necesita encontrarlo que funciona para cada uno. El ejercicio de alta intensidad te dará una gran dosis de endorfinas y te mantendrá en movimiento durante horas, lo que resultará en altos niveles de atención y una mejor concentración. La actividad de menor
intensidad también mejorará el estado de ánimo y reducirá el estrés, por lo que se trata de elegir lo que se necesita en un día en particular, ¡y algunos días podés necesitar ambos!
Algunas excelentes opciones de alta intensidad para adolescentes incluyen correr, hacer pesas, andar en bicicleta o caminar. O tal vez reunirse con algunos amigos y practicar algunos tiros al aro o patear una pelota de fútbol. Mientras aumenta el ritmo cardíaco y comiences a sudar, sentirás los beneficios positivos. Algunas excelentes opciones de menor intensidad incluyen caminar y pilates. Caminar con un amigo a veces es la mejor manera de reducir el estrés y relajarse.
Para aprovechar al máximo tu ejercicio, también necesitás dormir bien, ya que la falta de sueño aplanará tu estado de ánimo y limitará tu capacidad de rendimiento.
Decidir qué tipo de movimiento necesitás en un día en particular es puramente una cuestión de elección. El ejercicio de alta intensidad aumentará la frecuencia cardíaca y te hará sudar. El ejercicio de baja intensidad puede incluir estiramientos y un enfoque en la respiración. Ambos mejorarán tu estado de ánimo y te darán el control para decidir lo que necesitas, dependiendo de cómo te sientas. No lo dudes, solo mueve tu cuerpo.
