La digestión es el fundamento de la buena salud y sin ella es imposible estar sano. La enfermedad surge como consecuencia de la digestión en malas condiciones.
Así se entendía antiguamente y hoy en día si bien se tienen múltiples teorías para determinar el porqué de las enfermedades, sigue subyaciendo como básico el buen proceso digestivo. Así es posible comprender que una mala digestión genera metabolitos que provocan la intoxicación del organismo, grasa en mal estado que a su vez genera procesos cardiovasculares, gases que dañan la respuesta intestinal y pulmonar, alergias que dañan los bronquios y la piel, ácidos que dañan el riñón, suciedad en la sangre que provoca procesos ováricos y uterinos, procesos reumáticos, etc.
Y el “etc.” es tan largo como que prácticamente todos los procesos se le podría encontrar un origen digestivo. Visto así el problema, es lógico preguntarse.
¿QUÉ DAÑA EL PROCESO DIGESTIVO?
- El primer consejo tiene que ver con el sistema nervioso. Quien come estresado, nervioso, inquieto, viendo la TV o mirando el celular, discutiendo con el resto de comensales y, por lo tanto, sometido a tensión, que no se espere tener una buena digestion.
- La postura, debemos comer sentados pero erguidos. Comer de pie o recostado es un error. En el primer caso el organismo interpreta que no tenemos tiempo y se estresa. Y en el segundo no se deglute y traga de la misma forma, y no se metaboliza el alimento correctamente.
- El tercero tiene que ver con la comida en sí misma. No deben tomarse muchos alimentos distintos en la misma comida. Téngase en cuenta que cada alimento requiere una enzima que el organismo debe preparar y si obligamos al cuerpo a fabricar muchas enzimas diferentes, le sobrecargamos de trabajo.
- Reposar tras la comida, y en cambio tras la cena pasear. Así que irse al gimnasio con el bocado en la boca, reparte la energía disponible y ni se hace bien la digestion ni el ejercicio.
- El lugar de la comida, debe ser al aire libre si es posible.
- La masticación y deglución de los alimentos. Debemos masticar bien y a conciencia los alimentos ya que el estómago no tiene dientes. Un antiguo refrán dice que “debemos masticar los líquidos y beber los sólidos”. Es decir, ensalivar los líquidos y los sólidos convertirlos en líquido para su mejor digestion.
- El tiempo de comer. Debe ser suficiente para que el alimento baje bien masticado y ensalivado al estómago, ya que en caso contrario es imposible la buena digestion.
- El orden de ingestión de los alimentos. La fruta debe comerse 20 ó 30 minutos antes del resto de la comida (especialmente si en la misma hay proteínas).
- La mezcla de hidratos de carbono y proteína provoca gases y fermentaciones indeseables y aunque hoy está muy recomendada por los estamentos oficiales cuando se come separado (uno en la comida otro en la cena) a todos les mejora la digestión.
- Pan, leche animal, azúcar, harinas y pastas blancas, deben evitarse por diferentes motivos.
Y vos… ¿tenés una buena digestión?
Para TodoSalud: Vera Alaniz
Fuente: www.vida-natural.es